Remontándonos a abril del año 1948, inicia la actividad Don José Calama en la localidad gaditana de Guadiaro, situada en la margen derecha del río que le cede su nombre.
Corrían tiempos muy distintos y se contaba con pocos medios, produciéndose un consumo mayoritario de granel. Iniciándose con contrato de representante, Don José utilizó como almacén los bajos de la Antigua Venta Toledo, insigne local del pueblo de Guadiaro, y compró un motocarro para el reparto. “El Corneta”, apodado así por haber realizado tal función en el ejército, se encargaba del reparto además de desempeñar funciones de recadero en Guadiaro. Éste, como buen aficionado al vino y dada la inestabilidad del motocarro, hizo chorrear el vino en más de una curva del municipio.