Sei Solo

SEI SOLO es un proyecto que inició Javier Zacagnini en 2007, a partir de cuatro pequeñas parcelas de viñedo viejo (60 años) que adquirió en 2004 en su pueblo favorito de la Ribera del Duero: La Horra. Su intención era elaborar un vino que, sin dejar de ser un Ribera del Duero, tuviera una personalidad propia, distinta del estilo habitual, y ofreciese un perfil acorde con sus gustos personales, inclinándose hacia la finura, los matices y la elegancia, aunque esto supusiese menos estructura, menos intensidad tánica y menos presencia de la madera. Para ello fue probando diferentes maneras de elaborar y de criar en barrica, buscando el camino hacia ese perfil que deseaba. Tras cinco años de ir afinando el proceso estima haber llegado, en la cosecha 2011, a obtener un vino que satisfizo mis premisas iniciales.

A las cuatro parcelas propias añadió otras cinco arrendadas, también magníficas y también en La Horra. Una de ellas, situada en el Pago de Santa Cruz es, según dicen, la viña más vieja del pueblo, sobrepasando los 90 años de edad. Sus cuatro viñedos hacen un total de 2,7 hectáreas, y los arrendados suponen 3,1 hectáreas. El rendimiento es muy bajo, vendimiándose tan solo 8000 kg en total (algunos años incluso menos) con un rendimiento medio de 1400 kg por hectárea.

A pesar de que toda la uva procede de un solo municipio, dada la interesante variación de suelos de La Horra, las diferentes orientaciones de cada viña y el tipo de Tempranillo de cada una, al final del proceso de crianza cada lote tiene su propia personalidad. Catando todas las barricas, selecciona aquellos litros que a su entender representan la expresión del vino que desea, en cuanto a finura, elegancia, precisión y equilibrio, y esos litros se embotellan como primer vino: SEI SOLO. El conjunto de las demás barricas se embotellan como segundo vino: PRELUDIO.

A Javier le hubiese gustado llamar al vino La Horra, como referencia a la procedencia de las uvas, pero esa marca ya estaba registrada. Los nombres de las viñas no le valían (El Alto, Barroso, La Espalda…) entre otras razones porque el vino no responde a una sola de ellas, sino a su conjunto. Ante la imposibilidad de poner al proyecto y al vino un nombre relacionado con el pueblo de procedencia o con las viñas, optó por relacionarlo con su otra pasión: la música, que tantas similitudes tiene con el vino. Siendo su música preferida la de Juan Sebastián Bach, buscó alguna manera de homenajearle y se decidió por las dos primeras palabras de la partitura de una de sus obras maestras: las seis sonatas y partitas para violín solo (Sei Solo a Violinosenza Basso accompagnato…), y escogió para la etiqueta la propia escritura original de J. S. Bach, ya que afortunadamente pudo registrarla como marca de su vino.

Los vinos de Sei Solo

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