Bodegas y Viñedos Pintia

Hacia 1995, la incursión de la familia Álvarez en el mundo del vino ya era una realidad plasmada en la experiencia y la acertada evolución de la joya del grupo, Vega Sicilia, y con su proyecto Alión ya encaminado. Era hora de ampliar sus horizontes.

Al igual que sucediera con la creación de Alión hacía ya casi una década, estudian con detenimiento las posibles zonas donde implantar su nuevo germen. Tras un año de detenido estudio, acaban convencidos de que el Duero es el gran río vitivinícola de España, como ya han podido constatar en sus dos bodegas de la Ribera, y como lo evidencia la región de Oporto, en el vecino Portugal, donde desemboca. Así pues, la nueva apuesta se centra en la denominación de origen Toro, situada cien kilómetros río abajo.

Una vez tomada la decisión, se ponen manos a la obra y comienzan a comprar todo el viñedo viejo que encuentran disponible, eligiendo los páramos de San Román de Hornija, una zona de canto rodado formada por los depósitos del Duero desde tiempos inmemoriales.

Durante los cuatro años siguientes se practicaron todo tipo de experiencias de elaboración para tratar de ver cuál era el potencial de los vinos de Toro: se vinifican uvas procedentes de distintos pagos, se realizan crianzas en multitud de barricas diferentes y se barajan los tiempos de permanencia en ellas, realizando malolácticas en las propias barricas o en barricas nuevas, llegando a manejar cerca de un centenar de posibilidades entre las que elegir. Tras esta complicada experiencia, se puede concluir que es un estilo de vino donde lo más importante estriba en conservar la fruta de la uva, de manera que todo el proceso de elaboración y crianza del vino se enfoca a preservarla y al mismo tiempo tratar de imprimirle la máxima elegancia posible en una región tan austera como es Toro.

Mientras tanto, la construcción de la bodega, iniciada en el año 2001, va tomando cuerpo y se culmina en 2006. Es una bodega moderna y práctica en su concepción, en la que no falta ningún detalle que pueda intervenir en lograr la máxima calidad del vino: zona de recepción con cámaras frigoríficas para preservar la temperatura de la uva; nave de fermentación con depósitos de roble provistos de sistema de frío; salas de barricas sobredimensionadas por las que es fácil moverse; y un botellero amplio y climatizado donde aguardarán su salida al mercado las dos cosechas que mediarán entre la que figure a la venta y la que se esté elaborando.

Tras muchas añadas elaboradas, se puede decir que Pintia ha alcanzado el principal objetivo marcado: lograr la máxima elegancia posible en una zona como Toro, de características rústicas. Para ello, se cuidan minuciosamente todos los procesos, desde la vendimia hasta su reposo en botella antes de salir a la venta.

Dependiendo de las características de la añada, las barricas serán en un 70% de origen francés y en un 30% de roble americano, y en ellas el vino permanecerá entre 12 y 15 meses para pasar después a botella. El tiempo en botella nunca será inferior a los 12 meses antes de salir a la venta, ya que la experiencia acumulada indica que ese reposo hace crecer al vino.

Al igual que AliónPintia es un vino “único”, ya que no existe segunda marca, lo que garantiza que siempre será el mejor vino posible que pueda elaborarse conforme a las condiciones naturales de la cosecha.

Los vinos de Bodegas y Viñedos Pintia

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