Tras dedicarse 25 años al mundo del vino, Chuchi Soto decidió fundar en 2012 como proyecto personal SotoManrique en el pueblo abulense de Cebreros. Su principal misión fue recuperar viñas viejas de Garnacha y Albillo Real sobre suelos de granito y pizarra, para así poder elaborar vinos de calidad.  

Su filosofía se basa en la búsqueda de la autenticidad en cada uno de sus vinos, intentando siempre que en ellos se refleje su origen y llevando a cabo siempre una viticultura orgánica, respetuosa y con la mínima intervención. En definitiva, todo un referente de la D.O.P Cebreros, cuyos vinos han obtenido excelentes puntuaciones Parker y Peñín.