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Situado frente al Coto de Doñana en plena desembocadura del río Guadalquivir, en un antiguo taller de barcos, 'Cota 45' es el proyecto del reconocido enólogo sanluqueño Ramiro Ibáñez, cuyo principal objetivo es volver a poner en valor los pagos y viñedos históricos de esta tierra.
Ramiro es uno de esos actores del Marco de Jerez que está recuperando tradiciones olvidadas, como la de elaborar blancos desde la viña y sin fortificar. Para ello se sostuvo en cuatro pilares: la viticultura sanluqueña de mayetos, la uva Palomino, la crianza biológica y la particularidad del pueblo que lo vio nacer, Sanlúcar de Barrameda.
Partiendo de su visión personal y de la perspectiva que le dio su paso por diferentes bodegas en otras partes del mundo, este enólogo considera que se puede recuperar una manera de recibir el vino de la viña. Los vinos tienen que expresar la idiosincrasia del lugar y de las parcelas que componen el mosaico de tierras de albariza del Marco de Jerez. Y esto es lo que persigue con su línea UBE.
