El Señorío de Arínzano ha sido reconocido por la excelencia de sus viñedos desde el siglo XI, cuando en 1055 el señor Sancho Fortuñones de Arínzano elaboró por primera vez vinos en la propiedad.
Nuestra pasión es elaborar vinos que expresen el carácter único de los viñedos, utilizando las técnicas más avanzadas para garantizar un tratamiento artesanal a lo largo del proceso de elaboración, así como desarrollando una viticultura que respete y favorezca el entorno natural.
Como resultado, Arínzano es uno de los pocos terruños en España a los que se ha reconocido el estatus de Vinos de Pago, y fue el primero en el norte de España.