Bodega Belondrade

Todas la grandes historias comienzan con un sueño. El de Didier Belondrade no era otro que el de elaborar un Vino Blanco con mayúsculas en el país del Quijote. 

En 1994 se lleva acabo la instalación en Nava del Rey. La primera piedra del proyecto, una apuesta sólida por el terroir de la meseta castellana y una variedad autóctona: la verdejo. 

En 1996 tiene salida la primera añada de Belondrade y Lurton. La materialización de un sueño, por primera vez BELONDRADE Y LURTON se hace un hueco en las grandes mesas españolas. Gracias a una excelente acogida por parte de críticos y clientes el eco de BELONDRADE resuena al otro lado del mundo. Primeros pasos en los mercados japoneses y americano.

En 1999 se produce la plantación de las parcelas Tomillar grande; Tomillar pequeño, Camino ventosa y Bodega. “Un château bordelés en España” esto es lo que sería BELONDRADE. Para lograrlo era indispensable asentar las bases del proyecto sobre una máxima: viñedos propios. Así es como va tomando forma la finca Quinta San Diego con la plantación de las cuatro primeras parcelas.

En 2000 se inaugura la bodega en la seca y la primera añada de Belondrade Quita Clarisa. Un edificio que recuerda y se funde con la orografía de la meseta castellana, alargado y elegante. Vicent Defos du Rau diseña el edificio que albergará el futuro de BELONDRADE. Un futuro que ya llega bajo la forma de un nuevo vino, BELONDRADE QUINTA CLARISA.

En 2002 se produce la primera añada de Belondrade Quinta Apolonia. Didier Belondrade da un paso más en su interpretación de la finca Quinta San Diego. Nace BELONDRADE QUINTA APOLONIA: una visión varietal pero atípica que armoniza frescura y estructura. 

En 2005 tienen lugar los primeros pasos hacia fermentaciones espontáneas. Conservar la identidad de cada parcela a lo largo de toda la vinificación ha sido una preocupación constante para Didier Belondrade. El desarrollo de fermentaciones espontáneas con levaduras autóctonas era por lo tanto un paso lógico en la identidad de BELONDRADE.

En 2007, aparece el primer vino 100% fermentaciones espontáneas. La apuesta por la diversidad y la autenticidad se materializa con un nuevo paso adelante al elaborar el primer vino fruto exclusivamente de fermentaciones espontáneas.

En 2010 se consigue una expresión más pura y auténtica. BELONDRADE defiende y practica una viticultura sostenible desde sus inicios para preservar y fomentar la biodiversidad existente en los viñedos de la finca Quinta San Diego. En 2010, la obtención del certificado ecológico oficializa esta búsqueda de una expresión mas natural y auténtica del terroir de La Seca.

En 2012 tiene lugar la inauguración de la sala de barricas. Un entorno nuevo, totalmente neutro, un lienzo en blanco para empezar a pintar y soñar nuestros vinos. 

En  2015 se crea la fundación Belondrade "Arte y vino". La Fundación Belondrade "Arte y Vino" es una iniciativa ideada por Didier Belondrade en respuesta a una simple pregunta: « ¿Cómo acercar los mundos del arte y del vino al conjunto de la sociedad? »

En 2016 se adquieren las parcelas "La alameda" y "La cruz". La obsesión por la diversidad y el carácter llevan a la selección y posterior adquisición de estas dos parcelas de viñedo viejo situadas en una de las mejores zonas de la región.

Los vinos de Belondrade

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